Dos obras protagonizadas por José Raul Capablanca, quien fuera apodado " la maquina" por haberse mantenido 10 años perdiendo una sola partida ( y también, según la biografía que linkeo por acá, fue llamado por Alekhine "el querido de las señoras")Sinopsis:
Chupate esta mandarina ( Nueva York 1918): Gran actuación del actor cubano, quien gracias al fantasma de la trampa de Tarrash en esta variante Steintz de la Ruy Lopez (que se iniciaría, si 7...0-0 con 8.Axc6!, y después de una larga secuencia provocaría ganancias materiales concretas para el ex campeón mundial) provoca la parcial entrega del centro por parte del coprotanista de esta historia ( centro grande-centro chico). Luego la estrella cubana, ayudado por una pequeña impresición (10...0-0), hace de d6 una tortura eterna. Nótese lo importante que hubiera sido 10...a6 impidiendo la maniobra iniciada con 11.Dc3!, que no sólo gana el tiempo por la amenaza sobre c7 y provoca la debilidad de d6 con c6 sino que también libera el -antes invisible- casillon d4 para pasearse luego impune por las débiles casillas blancas del segundo jugador, aterrizando en la cariñosa f5, allí mira con disimulo g7 y coopera con la presión insoportable que Fonaroff tiene en d6. La escaces material habiendo poco espacio, la falta de debilidad complementaria a d6, la aparente buena coordinación de las piezas negras y los recursos defensivos de alta imaginación (18...Td1) son argumentos sólidos del segundo actor, pero no desalentarán a Jose Raul de encontrar en la sintesís de diferentes temas tácticos ( jaque descubierto, doble, debilidad en la última fila ) el bonito remate, en el que sobresale 21.Dxe5! sobretodo porque es evidente que debió ser prevista con bastante anticipación. Un groso, no?
Despacito, despacito (Nueva york 1927): Una tibia e imprecisa presentación del autor de mi sistema, permite al de la isla centroamericana apropiarse desde la apertura de una pequeña pero tenaz iniciativa, que - limpieza de la hojarasca mediante- se traduce en un largo descanzo para el alfil de casillas oscuras del letón. Este letargo se hace más grave al retrasar la coordinación de las torres, necesaria en una posición de estructura de peones simétrica con dos columnas abiertas centrales, cuyo control por parte de "la maquina del ajedrez" se traduce rápidamente, ridiculizando con 26...e5! el aparente sólido bloqueo a la columna del Alfil en d4, en la incursión de las piezas pesadas a la 2da fila.
Muy importante para la obra es13...Df6 ! pues pone en evidencia que pensar en el desarrollo no es sólo sacar las piezas al tun tun sino, si se puede, hacerlo dificultando el despertar de las piezas ajenas. Y muy curiosa es la respuesta que la obra daría a preguntas tales como por qué no 28.Tf1
ni 31.Axh2.
